Tableta II
(Falta columna I)
Columna II[1]
ENKIDU COME CIVILIZADAMENTE
Y TRABAJA EN EL CAMPO
Mientras Gilgamesh exponía su sueño,
Enkidu estaba sentado cerca de la cortesana.
Él la acariciaba y la desnudaba:
¡Enkidu olvidaba el lugar de su nacimiento!
Durante seis días y siete noches,
Enkidu se aproximaba a la cortesana y la poseía.
Entonces la hieródula toma la palabra
y dice a Enkidu:
“Yo te observo, oh Enkidu; verdaderamente estás hecho como un dios:
¿Por qué vagabundeas con las bestias?
Ven; yo te conduciré
a Uruk, la de las vastas plazas, 15
al templo puro, morada del dios Anu.
Allí en Uruk reside Gilgamesh, pleno de fuerza;
tú lo estrecharás entre tus brazos como se hace con una esposa, 20
tú le amarás como otros le aman.
De pie; no te quedes extendido sobre la tierra,
que es el lecho de los pastores.”
El escucha estas palabras; las escucha con placer,
y el consejo de la mujer
penetra en su corazón.
Ella toma algunas de sus ropas
y le viste;
ella se cubre a su turno 30
con otras ropas.
Después, conduciéndolo de la mano
como a un hermano, lo guía
hacia los fértiles pastos
donde están los establos,
al sitio donde los pastores se alimentan.
................................. (laguna) ............................
Pues Enkidu, que ha nacido en la montaña,
hasta ahora comía hierba con las gacelas,
con el ganado bebía de los ríos,
con los animales salvajes disfrutaba bebiendo agua.
Columna III
Él sorbía 1
la leche de las bestias salvajes,
y ahora que se colocan alimentos delante suyo
los deshace, los mira,
los examina,
pero no sabe qué hacer.
¡Ignora el uso del pan que se come,
del vino que se bebe!
La hieródula toma la palabra 10
y dice a Enkidu:
“Come el pan, oh Enkidu:
es la condición de la vida;
beber vino es la costumbre del país.”
Entonces Enkidu come pan
hasta quedar satisfecho;
y bebe vino,
bebe siete veces:
su espíritu se desata y exclama en voz alta; 20
satisface su cuerpo
y su rostro se ilumina.
(Un barbero) afeita
el vello de su cuerpo;
él se unge con aceite
como lo hacen los hombres.
Con sus nuevos vestidos,
Enkidu parece un joven esposo.
Toma sus armas y ataca a los leones,
y permite a los pastores descansar durante la noche; 30
atraviesa las panteras con su puñal,
y domina a los leones.
Enkidu se convierte en protector
de los pastores nocturnos.
Columna IV
REVELACION PARA ENKIDU:
EL HOMBRE DEL SHADUF
Un hombre vigoroso,
un mozo sin igual
hace subir el “shaduf”
................ (laguna de once o doce líneas) ..................
Enkidu eleva los ojos 1
y percibe al hombre.
Le dice a la hieródula:
“Cortesana, haz aproximar al hombre.
¿Qué ha venido a hacer aquí?
¡Que yo escuche sus palabras!”
La cortesana llama al hombre;
éste se acerca y Enkidu lo mira:
“Hombre, ¿a qué vienes aquí? 10
¿Qué significa el trabajo que haces?”
El hombre abre la boca y dice a Enkidu:
“¡En la ‘morada de las reuniones’ están detenidos
los destinos de los hombres, en verdad!
¡El hombre
está cargado de trabajos para la ciudad;
los campos de la ciudad son lugares de gemidos!
¡Para el rey de Uruk, la de los cercados,
se arrastra la gente a los cultivos; 20
por Gilgamesh, el rey de Uruk, la de los cercados,
se arrastra la gente a los cultivos!
Una mujer impuesta por la suerte,
el hombre la fecunda tarde o temprano; 25
el dios ha decretado
que, desde el seno de su madre,
tal fuese su destino.”
Ante las palabras del hombre, 30
el rostro (de Enkidu) palidece.
Columna V
..................... (laguna) ..................
ENKIDU LLEGA A URUK.
Enkidu marcha el primero, 7
seguido de la cortesana.
Entra en Uruk, la de las vastas plazas;
los artesanos se reúnen en derredor suyo. 10
El se detiene en las calles
de Uruk, la de las vastas plazas,
y las gentes se reúnen,
diciendo en su conversación:
“¡Qué pronto ha llegado a ser semejante a Gilgamesh!
Pero es un poco más pequeño...
Su cuerpo es bien tallado:
es ahora uno de los fuertes del país,
él, que estaba acostumbrado a sorber la leche de los rebaños.” 20
/PELEA ENTRE ENKIDU Y GILGAMESH.
Continuamente, los héroes
se reúnen en Uruk, y
(Enkidu deviene jefe. He aquí que en esa ocasión,
Enkidu rivaliza con el héroe de porte soberbio,
Gilgamesh, semejante a un dios.)
Para la diosa Isharra un lecho
en la ‘Morada de las Reuniones’ se ha preparado;
Gilgamesh, en la noche, se desliza afuera 30
y allí se aparece.
Mas Enkidu se pasea por la calle;
corta el camino a Gilgamesh;
ellos han trabado sus cuerpos en lucha, en la puerta de la ‘Morada de las Reuniones”.
(faltan nueve líneas)
Columna VI
Contra él se echa Enkidu;
todo desgreñado
se dirige
contra él;
ellos se miden en la plaza grande. 10
Enkidu cierra la puerta
con su pie,
y Gilgamesh no puede entrar.
Ellos se embisten como dos toros salvajes:
se aferran uno al otro,
destruyen el umbral de la puerta,
han demolido el muro.
Gilgamesh y Enkidu
se embisten como dos toros salvajes; 20
se aferran uno al otro;
destruyen el umbral de la puerta,
han demolido el muro.
Gilgamesh debe plegar
su rodilla sobre el suelo. 25
Su cólera se calma,
se apacigua su pecho;
cuando se hubo apaciguado su pecho
Enkidu habla así a Gilgamesh: 30
“¡Entre todos único, tu madre
te ha criado:
la vaca salvaje del establo,
la divina Nin- Sun!
Ella ha elevado tu cabeza por encima de los otros hombres. 35
¡La realeza sobre el género humano
Enlil la ha decretado para tí!”
Tableta III
(Columna 1, inutilizable)
Columna II[2]
ENKIDU LLORA POR LA
PARTIDA DE
Los ojos de Enkidu se han llenado de lágrimas; 26
él golpea su pecho
y suspira tristemente.
El rostro de Gilgamesh se ensombrece;
así se dirige a Enkidu:
“¿Por qué tus ojos
están llenos de lágrimas?
Por qué golpeas tu pecho
y tristemente suspiras?”
Enkidu toma la palabra
y así le habla a Gilgamesh:
“La mujer, amigo mío,
ha rodeado con sus brazos mi cuello
para decirme adiós.
Mis brazos están debilitados;
mi fuerza ha dado lugar a la fragilidad.”
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