domingo, 11 de septiembre de 2011

6. Enkidu vive civilizadamente. Viaja a Uruk, combate contra Gilgamesh y ambos se hacen amigos. Enkidu llora por la partida de la mujer.

El héroe contra los leones. Impronta de sello.



Tableta II

(Falta columna I)

Columna II[1]

ENKIDU COME CIVILIZADAMENTE

Y TRABAJA EN EL CAMPO

Mientras Gilgamesh exponía su sueño,

Enkidu estaba sentado cerca de la cortesana.

Él la acariciaba y la desnudaba:

¡Enkidu olvidaba el lugar de su nacimiento!

Durante seis días y siete noches,

Enkidu se aproximaba a la cortesana y la poseía.

Entonces la hieródula toma la palabra

y dice a Enkidu:

“Yo te observo, oh Enkidu; verdaderamente estás hecho como un dios:

¿Por qué vagabundeas con las bestias?

Ven; yo te conduciré

a Uruk, la de las vastas plazas, 15

al templo puro, morada del dios Anu.

Allí en Uruk reside Gilgamesh, pleno de fuerza;

tú lo estrecharás entre tus brazos como se hace con una esposa, 20

tú le amarás como otros le aman.

De pie; no te quedes extendido sobre la tierra,

que es el lecho de los pastores.”

El escucha estas palabras; las escucha con placer,

y el consejo de la mujer

penetra en su corazón.

Ella toma algunas de sus ropas

y le viste;

ella se cubre a su turno 30

con otras ropas.

Después, conduciéndolo de la mano

como a un hermano, lo guía

hacia los fértiles pastos

donde están los establos,

al sitio donde los pastores se alimentan.

................................. (laguna) ............................

Pues Enkidu, que ha nacido en la montaña,

hasta ahora comía hierba con las gacelas,

con el ganado bebía de los ríos,

con los animales salvajes disfrutaba bebiendo agua.

Columna III

Él sorbía 1

la leche de las bestias salvajes,

y ahora que se colocan alimentos delante suyo

los deshace, los mira,

los examina,

pero no sabe qué hacer.

¡Ignora el uso del pan que se come,

del vino que se bebe!

La hieródula toma la palabra 10

y dice a Enkidu:

“Come el pan, oh Enkidu:

es la condición de la vida;

beber vino es la costumbre del país.”

Entonces Enkidu come pan

hasta quedar satisfecho;

y bebe vino,

bebe siete veces:

su espíritu se desata y exclama en voz alta; 20

satisface su cuerpo

y su rostro se ilumina.

(Un barbero) afeita

el vello de su cuerpo;

él se unge con aceite

como lo hacen los hombres.

Con sus nuevos vestidos,

Enkidu parece un joven esposo.

Toma sus armas y ataca a los leones,

y permite a los pastores descansar durante la noche; 30

atraviesa las panteras con su puñal,

y domina a los leones.

Enkidu se convierte en protector

de los pastores nocturnos.

Columna IV

REVELACION PARA ENKIDU:

EL HOMBRE DEL SHADUF

Un hombre vigoroso,

un mozo sin igual

hace subir el “shaduf”

................ (laguna de once o doce líneas) ..................

Enkidu eleva los ojos 1

y percibe al hombre.

Le dice a la hieródula:

“Cortesana, haz aproximar al hombre.

¿Qué ha venido a hacer aquí?

¡Que yo escuche sus palabras!”

La cortesana llama al hombre;

éste se acerca y Enkidu lo mira:

“Hombre, ¿a qué vienes aquí? 10

¿Qué significa el trabajo que haces?”

El hombre abre la boca y dice a Enkidu:

“¡En la ‘morada de las reuniones’ están detenidos

los destinos de los hombres, en verdad!

¡El hombre

está cargado de trabajos para la ciudad;

los campos de la ciudad son lugares de gemidos!

¡Para el rey de Uruk, la de los cercados,

se arrastra la gente a los cultivos; 20

por Gilgamesh, el rey de Uruk, la de los cercados,

se arrastra la gente a los cultivos!

Una mujer impuesta por la suerte,

el hombre la fecunda tarde o temprano; 25

el dios ha decretado

que, desde el seno de su madre,

tal fuese su destino.”

Ante las palabras del hombre, 30

el rostro (de Enkidu) palidece.

Columna V

..................... (laguna) ..................

ENKIDU LLEGA A URUK.

Enkidu marcha el primero, 7

seguido de la cortesana.

Entra en Uruk, la de las vastas plazas;

los artesanos se reúnen en derredor suyo. 10

El se detiene en las calles

de Uruk, la de las vastas plazas,

y las gentes se reúnen,

diciendo en su conversación:

“¡Qué pronto ha llegado a ser semejante a Gilgamesh!

Pero es un poco más pequeño...

Su cuerpo es bien tallado:

es ahora uno de los fuertes del país,

él, que estaba acostumbrado a sorber la leche de los rebaños.” 20

/PELEA ENTRE ENKIDU Y GILGAMESH.

Continuamente, los héroes

se reúnen en Uruk, y

(Enkidu deviene jefe. He aquí que en esa ocasión,

Enkidu rivaliza con el héroe de porte soberbio,

Gilgamesh, semejante a un dios.)

Para la diosa Isharra un lecho

en la ‘Morada de las Reuniones’ se ha preparado;

Gilgamesh, en la noche, se desliza afuera 30

y allí se aparece.

Mas Enkidu se pasea por la calle;

corta el camino a Gilgamesh;

ellos han trabado sus cuerpos en lucha, en la puerta de la ‘Morada de las Reuniones”.

(faltan nueve líneas)

Columna VI

Contra él se echa Enkidu;

todo desgreñado

se dirige

contra él;

ellos se miden en la plaza grande. 10

Enkidu cierra la puerta

con su pie,

y Gilgamesh no puede entrar.

Ellos se embisten como dos toros salvajes:

se aferran uno al otro,

destruyen el umbral de la puerta,

han demolido el muro.

Gilgamesh y Enkidu

se embisten como dos toros salvajes; 20

se aferran uno al otro;

destruyen el umbral de la puerta,

han demolido el muro.

Gilgamesh debe plegar

su rodilla sobre el suelo. 25

Su cólera se calma,

se apacigua su pecho;

cuando se hubo apaciguado su pecho

Enkidu habla así a Gilgamesh: 30

“¡Entre todos único, tu madre

te ha criado:

la vaca salvaje del establo,

la divina Nin- Sun!

Ella ha elevado tu cabeza por encima de los otros hombres. 35

¡La realeza sobre el género humano

Enlil la ha decretado para tí!”

Tableta III

(Columna 1, inutilizable)

Columna II[2]

ENKIDU LLORA POR LA

PARTIDA DE LA MUJER.

Los ojos de Enkidu se han llenado de lágrimas; 26

él golpea su pecho

y suspira tristemente.

El rostro de Gilgamesh se ensombrece;

así se dirige a Enkidu:

“¿Por qué tus ojos

están llenos de lágrimas?

Por qué golpeas tu pecho

y tristemente suspiras?”

Enkidu toma la palabra

y así le habla a Gilgamesh:

“La mujer, amigo mío,

ha rodeado con sus brazos mi cuello

para decirme adiós.

Mis brazos están debilitados;

mi fuerza ha dado lugar a la fragilidad.”



[1] Texto babilonio C.

[2] Texto C. El principio de la II columna narra la plegaria de Nin Sun a Shamash (fin de la tabletaprecedente).



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